LA MUSA QUE DESPRECIAS
Respóndeme ¿Quién te enseñó que el lector debe tener una maestría en lexicología o que el talento del autor radica en la cantidad de teorías leídas?
Sé que peco negándome a exaltar lápidas desmoronadas, mi reivindicación yace en mostrar al no erudito aquel grito sin voz que tus ídolos registraron sin tener más que un rincón oscuro o una vela a medio gastar.
Escucha bien; La poesía no nació en el mármol de las academias, sino en el barro que pisa el campesino. Brota de manos cortadas, de gargantas secas por la sed y de almas que nunca pisaron aulas.
Su génesis no es el prestigio de un título; viene del temblor de un huérfano que mira el amanecer, del grito de una madre que lo ha perdido todo o de la risa rota de un obrero cansado. Nunca entendiste que el verso respira en lo cotidiano y en tu ceguera exiges nombres ilustres, pero desprecias la musa que ellos buscarían.
Conoce más del autor de "LA MUSA QUE DESPRECIAS"