La mente vista desde la obsenidad.

El realismo que se oculta tras unos ojos opacos y secos,
el sentimiento que existe en el poder de la consolación, no es necesario gritar cuando agonizas, el teclado se vuelve un instrumento que regala vida, que regala una pisca de sensibilidad ante el mundo.
Es necesario que la resiliencia no sea una obligación, es mas necesario que aprendas a dominarte pero sin esconderte. La vida a veces nos obliga a tener sensaciones impropias de nosotros, nos induce a amar y a ir a lugares de los que nunca pensamos estar, solo divisamos un plano fuera de lo común.
En tu mente contienes todo lo que decides guardar, después de ello el pensamiento te persigue hasta conseguirte, hasta hallarte fuera del orbe, la promiscuidad de las ideas se ha convertido en algo cotidiano, las palabras se empiezan a volver precoces a la medida en que nuestro cerebro se dilata como el sexo de una mujer.