La crisis del medio cuarto de vida.

Que hacer cuando el tiempo pasa y pasa. Y sentir que ya los sueños se vuelven frágiles.
Y que hacer cuando hay tanto por decir y tan pocas ganas.
La vida ni siquiera se parece a aquello que por mucho tiempo has imaginado mientras duraba aquel balanceo en esa calesita que de muchas risas se embriagó.
Y esos largos recorridos camino al colegio me visita con formas de nostalgia. Pensar en las interminables y violentas dietas de todo adolescente y los miles de complejos, esa absurda búsqueda de belleza y perfección entres tantas revistas y tantas portadas ignorando en la inocencia el photo shop. Una guerra pérdida.
Pero hoy con veinte y tantos en cima, porque en eso las mujeres nunca podemos ser precisas.
Hasta hoy que me vengo cuestionando más y más solo esto puedo decir por la experiencia de unas que otras decepciones, amores y desamores.
Ya puedo darme cuenta de algunas cosas y hasta defender ciertas verdades.
Saber a estas alturas que esos amigos nunca fueron tan amigos como parecían y que la ausencia de aquel que ya no está de repente vuelve a doler con dolores insoportables.
H
De tantos por qués estamos hechos?
Promesas y recuerdos!!
De tanto amor y tanto olvido.
Lo ilusorio, el sueño que se prolonga más de lo que uno hubiese querido y conformarse con esperar.
Hay veces que el gran amor no llega, lo noto en los rostros que a gritos me cuentan sus secretos.
Y en la espalda cargamos nuestro esfuerzo que parece no ser jamás suficiente y a eso lo nombramos vanidad porque siempre hay un nombre designado para todo.
Nos mezclamos en medio de tanta gente, nos perdemos sin habernos encontrado nunca.
Hoy trate de buscar a aquella niña queriendo explicarle inútilmente tantas cosas.
Y de pronto me dio a entender con su mirada que ya no hacía falta,que ya lo comprendía.
Y así la niña siguió sonriendo pero cada vez un poquito menos.

Conoce más del autor de "La crisis del medio cuarto de vida."