La casa de la palabra


“…Y si durmiendo terminaran
las angustias y los mil ataques naturales
herencia de la carne”
-I-
Al despojo de la tierra
desde un fuego fatuo,
tragándose al mundo
en los brazos de cellisca.
U
del fiero oleaje,
en los continentes lejanos.
La sierpe brillante, volando cuál dragón,
iracundo, escribiendo sobre ruinas.
La amenaza intolerable
entre los cedros del pantano
de la lid silenciosa.
-II-
Espuma de odios,
y el mástil de tristezas
entre los escombros.
Poco vale la sangre abatida;
la blancura se torna graveza,
vuestros pasos sobre los muertos
parten hacia la miseria sin soles.
El decálogo de la penitencia;
la languidez de pasos
sobre la escalera que desciende,
cuál agua ansiosa en volar.
Trance de mina centellante
en su desesperante fuego,
relevado su secreto en agonía;
la casa de las palabras
negándose a la paz.
*
Febrero 4, 2020
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