Insectos
Volaba libre, con la maestría de diablo viejo. Hábil e inmune. Inmortal.
Cada flor un elixir de vida eterna, una evolutiva metamorfosis antes de seguir poblando los campos de fragantes tonos.
Pero tus colores distrajeron mi vuelo ya ligero. Ni bien el encantamiento me hizo acercar, me descubrí atrapado en tu telaraña. Resistir produjo el efecto inverso, cada movimiento una irremediable sentencia mientras tu luz embriagante aseguraba mi abandono. Y me entendí insecto, vulnerable, a merced total de mi captora, servido para ser devorado lenta e inevitablemente...
Y lo entendí todo al saberme tu alimento, sabia eterna es la naturaleza.
Ahora soy parte de tus colores, soy fuente de tu luz, destreza sumada para tejer universos tan vastos y perfectos como nos permitamos imaginar. Ahora soy tú. Ahora eres yo.
Ahora...
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