Hoy he vuelto al Sur.

Hoy he vuelto al Sur.
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Hoy, he sentido la caricia tenue
de aquellos días que perduran en mi
alma: el beso limpio de la luz sobre
las vides, el soplo refrescante de
la brisa, el brillo del granado…
la fragancia de la hierba, el color
arrebolado de la tarde…

H

oy, he sentido en mi alma el trino del
jilguero, el piar de los gorriones,
el sonido del agua de la fuente,
el trisar de las golondrinas, el zumbido
de los abejorros… el canto de los
grillos en las horas de la noche…

Hoy, me he hecho una pelota de trapo
y me he ido a jugar con los amigos a
La plaza… y me he puesto mi pantalón
corto y mis alpargatas de goma y
me he bañado en los chilancos… y
he ido a coger allozas verdes y me
he encaramado en las moreras, para
ver desde arriba los tejados rojos,
y coger hojas para mis gusanos…

Todo yace en mi interior, todo duerme,
todo flota: el perfume del jazmín,
el cric-cric de los grillos, las horas de
la siesta… el clocar de las gallinas, el
canto de los cucos, el chirriar
de las chicharras…y aquella luna que
brillaba como un candil redondo y
blanco, que me miraba desde el cielo,
como queriendo bajar para estar
conmigo y darme un beso…

Todo lo guardo en mi alma, todo lo
conservo como el último refugio,
como un castillo inexpugnable, como
una voz que me susurra pasajes
de mi infancia, momentos imborrables
de mi historia.

Hoy, he vuelto al Sur con las alas de mis
Sueños y he oído la voz de mis padres
y he tocado con mis manos su rostro…
Y he dibujado con mi nostalgia y
el pincel de mi memoria, aquellas
noches estrelladas y aquellos días
luminosos, ¡en el techo blanco de
mi silente alcoba!

Autor. Francisco López Delgado.
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