FUE UN FANTASMA
FUE UN FANTASMA
Ese último adiós marcado con un te quiero
Que estremeció este adormecido corazón
Será un olvido o un hasta luego?
De aquel vano y falso amor.
Ese dia temblaban mis piernas
Y las palabras en el pecho se quedaron
Palabras de despedida palabras tiernas
Pero fueron esas que mi corazón marcaron.
M
el mismo frio recorre el terminal
Ya el tren hace presencia
En un atardecer soleado e infernal.
Con la tarde tímida y el ocaso en llamas
Entre la cumbre de las montañas
Dijo adiós el ser que amaba
¡Me dolió el alma, hasta las entrañas¡.
Levante mi mano y le despedí
una lagrima negra broto
la soledad penetrante al momento la sentí
solo me invadió un silencio me invadio.
Solte mi melena al viento
Y sentándome sobre la acera
Dos pasos atraz, hay un sujeto
Cual presencia me desespera.
Saco un pañuelo y seco mi cara
De las abundantes lagrimas que corrian
Me dio su abrigo para que me tapara
Me miro de frente y me sonreía.
Caminamos un rato, me ofrecido un café
Pregunto si en el tren iba quien quería?
Y cual fue el motivo por el que se fue?
Un vacío me invadía… baje la mirada y calle.
Me dijo, “ el mismo tren se llevó un día
A la mujer amo y que aun no olvido”
Triste hacia el sur veía
Mirando la ruta por la que su amor había huido.
Poco a poco me seduce su elegancia
Y aunque su mirada un tanto triste
Su olor, su fragancia
Me hace recordar que mi dolor, no existe.
Me abrazo muy fuerte y suspiro
Me miro a los ojos, invitándome a un bar
Pidió dos tragos dobles
El mesero ofrece, tequila o cabiare?
La noche taciturna y eterna
Cómplice ella, que éramos un solo ser
Un revoleteo de gozo entre mis piernas
No sentí jamás, aquel placer.
Recuerdo su mirada profunda
Y esa noche inolvidable que junto a el pase
Aunque un escalofrió y miedo me inunda
Porque aunque lo busque, no lo encontré.
Junto a la almudada un trozo de papel
Y pintado con mi delineador una dirección.
Tome un poco de vino, que me supo a hiel
camine por cual callejon.
Mil pensamientos me invadían
Un lunes desolado e incierto
Un palpitar de mal presentimiento
De la dirección, cual lugar era desierto.
Toque la puerta de la única casona
Donde en el interior una voz resuena
Quien es?.
Una anciana amable se asoma
Invitándome a pasar, cual peregrina
Le conté que la otra noche me encontré
En aquella esquina
Donde a llorar cuando partió el tren me postré.
Describí, su rostro, sus ojos, su pelo
Sus manos y hasta el color de su piel
incluso la noche en que me hizo suya hasta en el suelo
y los besos, similares cual miel.
La mujer entre en silencio me observaba
Pude darme cuenta de su enojo
Me grito, ¡yo era su amada¡
Y unas lágrimas inundaron sus ojos.
No hay palabras, mucho menos gestos
Una foto en la pared de aquel sujeto
Y junto a la chimenea un cofre con sus restos
Por qué hace veinte años, aquel hombre había muerto.
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