Entre domingos

Sí,
Tan adicta al caos como ninguna ;
Tan desordenada que ni yo misma
Soy capaz de encontrarme en el espejo
Los días impares del mes
-los pares a veces reaparezco, a veces-
Y más desubicada que Peter Pan en Invernalia;
Nunca creí en cuentos de hadas,
Será que mi caballero de oxidada armadura
Se confundió de portal,

-Los castillos están anticuados, dicen, las torres, emparejadas ya-;
La calle melancolía queda en otro barrio,
Según Sabina,
Y más allá del cielo,
Los límites se venden al mejor postor
Y aún así,
En contra de mi propia naturaleza,
Entre domingos y visitas a domicilio,
Tu sonrisa
-más especial que tú mismo-
me revivió el alma.

Será que hasta las más duras,
-tatuadas y rebeldes sin causa-
Tenemos nuestro lado sensible,
O gilipollas,
Según cómo y desde donde lo mires,
Eso sí,
Si es desde tu cama,
Mucho mejor