“El Hombre Sombra”

Camina solo sin rumbo
Con la mirada perdida
Mas fuera
Que dentro de este mundo,
Es una sombra perdida
Que en silencio se desliza
Con su alma herida
Lento sin prisa
Caminando sin vida
Por filo de la cornisa.

T

iene esquiva la mirada
Su corazón vacío
Y su alma apagada,
De tanto andar por los caminos
Sus pies ya no dejan huellas
Son parte de la tierra misma
Y en la piel de una estrella
Con tintas de soledades
Escribió su triste destino.

Su negro abrigo
Lo han gastado las heladas
Y en sus bolsillos lleva guardadas
Estrellas, noches, lluvias y madrugadas
Que fueron tiñendo de escarcha
Su blanca cabellera
Cual magnifico caballero
Lleva atado su blanco cabello
Por un tiento de negro cuero.

Poca gente lo ha sentido hablar
Hombre de largos silencios
Prefiere siempre escuchar
Y en soledad Meditar,
Su voz añeja y gastada
De hondo sentimiento
Tiene un pausado acento
Que le dejaron lo vientos
Los mismos que le robaron
Su Antigua sonrisa
Hace ya mucho tiempo.

Es una marioneta antigua
Sin dueño y desteñida
Si piolines que manejen
Su triste vida,
Sin teatro ni escenario
Y en las noche oscura
Parece un Corsario
Fantasmal sin timonel
Una sombra que navega
Sin rumbo ni Capitán
Y lleva marcado en su piel
Un tesoro llamado Adéle
Que jamás ha de encontrar.

Dicen que en su mirada
Están guardados
Los secretos de la madrugada
Destellos de los luceros,
Fríos, Lluvias y escarchas
De las más frías heladas,
Pocos conocen su nombre
Y de dónde vino
Nadie sabe su edad
Ni que camino lo trajo
Si llego por un atajo
O el viento lo dejo al pasar.

Y aun así
Algunos lo llaman
El Poeta y Mendigo
Dueño de la noche
Y los caminos
Cual lobo solitario
Vaga por las noches
Cumpliendo con su destino
En noches de soledades
Escribes sus tristes poemas
Alumbrado por la Luna llena
Con la vieja sangre de sus venas.

Mario Anónimo