El Caballero herido

Andabas así,
con las manos en los bolsillos
cuerpo moreno ,entero
la calle se había vaciado
como si una mano laboriosa
quisiera hacer hueco,
dejar que tus pasos se vean
y tu cuerpo ande suelto,
sin muletas, sin requiebros,
tu camiseta a rayas

tenía vida, jeans de antaño
eran juerga, proclama,
tus piernas como andamios
levantados para
que tu corazón sonara, sin necesidad
de altavoces o deseos.
Y te giras, apareces de espalda.
como si antes no tuvieras más
frente que la mía,más ojos que los tuyos,
una nariz halagüeña , un alma
no de las que viven eternamente,
de las fugaces, de las humanas
que se estrellan contra la vida
y abren un dolor que se codicia,
pero tu andas alegres
te ves seguido por una mirada,
hemos ensayado antes
el caminar, el ver
el callar a destiempo
y sí que me rio,
te veo hermoso como un chiquillo,
tierno,playeras blancas
y un puma en tu pecho,
creo que el aire era cálido
y que vivías en Brighton
yo la princesa sapo y
tu el caballero herido