Detrimento

Al borde del mundo de los muertos;
posterior al cataclismo
que perpetúen la esencia.
Transcurridos los soles
y los océanos de llovizna;
que lanzan al rostro los golpes cual zanjas,
sobre las espesas siluetas.
La lengua muere aniquilada;
el devorado silencio.
Las fanales ya desangran;
sobre el vacío que háyase adoptado,
la placidez de tan profunda pena.
Y del rayo que cruza quebrantando
los bálsamos amargos;
de los campos que resuenen derramados.
Infausto dolor que vela
la premura del evocado luto;
lugar donde rigen los nubarrones
al templo sombrío de mi hoguera.
Escombros de los días perdidos
cegando el mármol del aliento;
que vagan en sus inmóviles escenas yaciendo,
sobre el desértico lecho.
-Venid a mi
viento desolado del olivo;
cual preparación a la destrucción
del mundo entero-
Derrumbando por completo cada trono;
...cubierta por la arena de abandono.
Junio 2, 2016
Autor: Gabriela Ponce de León
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