DESDE EL RINCÓN DE UN DÍA ACIAGO

Y esta cara amarga que no se me pasa.
Como aquellos que han sido víctima de una remontada,
como los que viven tras el hilo rojo
sin vivir
buscando toda la vida
su vida
al final
y encontrar su misma cara
derrotada.

Y

esta cara larga.
Eterna y menguada,
amarillenta y pútrida.
Esta cara
sobre mi cara
sobre mi máscara
sobre mi falso yo
que a diario sale
y te abraza.

Y esta cara amilanada
que encuentra las nubes
de los días soleados.
Cara de pocos amigos
y de miedos
y da miedo
y es el miedo en sí mismo
hecho cara.

Y esta cara fracasada
que mi reflejo acapara
que quiere llover en mí
sus penas,
rencores,
melancolías pasadas.
Porque me doy la licencia
de ser triste este día
y llevar esta
cara.