DESDE AQUÍ

Desde aquí,
desde la faz de la tierra,
-Con el alma enarbolada
en pos del entendimiento-
canto, lloro, río, sueño…,
porque mi vida es humana
y humano mi sentimiento.

Desde aquí, sobre la tierra,
-con la esperanza prendida

bajo las luces del cielo-
amo, vivo, quiero, siento…,
porque el amor da la vida
cuando te nace de dentro.

Desde aquí oigo a la alondra
revolando por el aire,
y miro el orto del día
Y el declinar de la tarde…
y siento la voz de mi alma
aplacándome las penas,
y el flujo de mi sangre
circulando por mis venas…
Y me yergo como el monte
sobre campos y caminos,
buscando el haz de mi norte
Y el sentido de mi sino…

Desde aquí me siento grande
y pequeño al mismo tiempo,
y fecundo como el valle,
y ligero como el viento…

Desde aquí lloro y río y
amo y canto y sueño…

¡Que no me arranquen de aquí
que no me lleven arriba,
que tengo el cuerpo de barro
y mi querencia en la vida!

¡Que me dejen descansar
bajo el manto de la tierra,
que quiero ser el mantillo
de las rosas y la hierba…!

¡Y cuando se haya olvidado
con el tiempo mi memoria,
que le den mi alma a otra vida
para empezar otra historia!

Autor: Francisco López Delgado.
Todos los derechos reservados.