Déjame…


Si te dijese que te quiero,
me convertiría en el mayor embustero
que puedas haber conocido,
querer es sentido de pertenencia,
es egoísmo vano y falta de amor.
S
me convertiría en nada,
pues el solo saberte triste,
me destroza el alma entera,
porque mi vida gira entorno a la tuya
así como la tierra lo hace con el sol.
Yo no quiero ser todas las horas de tu día,
solo pretendo que me lleves en tu corazón
al menos uno de los segundos que en él transcurren,
para saberme presente.
Yo no quiero ser el aire que respires,
pero si me permites,
si quisiera tener el privilegio
de ser al menos una partícula de ese oxígeno,"
que te llena de vida.
Yo no quiero ser tu universo,
sería mucho pedirle al cielo,
que me donase todas sus estrellas,
me conformo con ser un lucero,
y que tornes tu vista sobre mí una que otra vez.
Yo no quiero ser el mar que te bañe al ir a la playa,
solo quiero ser una molécula de agua,
que roce a intervalos tu cuerpo.
Yo no quiero que me hagas Dios,
solo te pido, que me dejes ser…
El Lazarillo que cure las heridas de tu alma.
El constructor de todos tus sueños.
El guardián de tus días y tus pasos.
El que de una forma u otra,
te ayude a ser una mujer totalmente feliz.
Yo no te pido la vida,
Déjame…
Compartirla contigo
Conoce más del autor de "Déjame…"