CULPABLE

No puedo culpar a nadie de mi tristeza, de las horas de angustia y soledad, de mis dolores de cabeza y otras molestosas enfermedades propias de del paso agitado de los años. Pero del dolor de mi corazón, si, creo que tú, tienes en gran parte la culpa, y no lo digo por resentimiento, no lo digo por vergüenza ni siquiera por el mismo amor que fluye en mis venas, lo hago, por que en lo íntimo de mi ser sigues viviendo como un huésped que no abandona el nido a pesar de pedir, de implorar, de vivir con el tormento a cuestas. Pero no te puedo culpar amada , yo te brinde las primeras atenciones, pero juntos saboreamos las delicias del amor, no reparamos en nada, no le dimos importancia a nuestro presente y pasado , fuimos dulzura en medio de la hiel, por ello nos entregamos con amor, con pasión, con ternura, libres e ignorando los comentarios, quizá el sufrimiento de seres inocentes, pero nuestro amor no tuvo fronteras, no fijamos límites, y tu pensamiento y el mío fueron simplemente una coherencia de principios válidos para los dos. Pero, el mundo es redondo, así lo aseveran los cientìficos, y gira de manera permanente, y retornamos al principio, pero con muchos años de vuelo, tú la mujer apasionada de pronto recobra la cordura, revive su moralidad, olvida los días y noches de pasión y de ternura y simplemente con una palabra se destruye todo el encanto de la vida. No te culpo, soy el necio que no quiere olvidarte, soy el amante que sueña en la felicidad pasada, el joven que se transformó en adulto, disfrutando de tus labios, de tu existencia, de los encuentros a veces a hurtadillas y escondidos, pero así nos amamos, así vivimos, un te quiero tras otro, un nunca nos dejaremos, una promesa que ahora se fue al averno. Ahora la realidad es otra, ni siquiera puedo saber de tus pasos, no conozco de tu vida, si regresaste al calor de tu hogar, si alguien conquisto tu corazón, si de verdad regresaste a la vultuosidad de mujer, yo me he quedado flotando el las sombras, no tengo camino seguro, el destino es incierto, y únicamente te pienso, te recuerdo y unas lágrimas bañan mi rostro. Por qué aceptaste mis primeros besos, el primer encuentro de nuestros cuerpos desnudos balbuceando te amo, te amo, te amo para toda la vida, pero que realidad más triste, cada quien por su ruta. No eres culpable, yo me fije en ti, yo te amé antes de conocerte, ya no puedo soportar el dolor de tu ausencia. Donde quiera que te encuentres, anhelo tu felicidad.
lugomas