Cuando el viento sopló

Cuando el viento sopló, los pétalos de rosa se fueron con él.
Y con ellos, tus espinas repletas de veneno.
Sopló el viento y se llevó con él tu perfume, y lo perdió en la infinidad de los tiempos.
Se llevó tu voz, se fue cantando y acarició las alas de las aves.
Sopló y te llevó a ti con él, te fuiste con el tiempo, te hiciste recuerdo.
Entre las ramas de los árboles y las hojas temblorosas se perdió tu sonrisa, y se quedaron atascados tus ojos.
¿Por qué el viento no habrá querido llevarme contigo?
¿Por qué me habrá transformado en olvido?
El viento estaba celoso.
Celoso de no ser quien acariciaba tus manos.

Celoso de no tener para él tu sonrisa.
Estaba celoso de no poder compartir tu risa con sus estrellas.
Celoso de no ser tu felicidad.
El viento quiso llevarte con él, convertirse en tu tiempo.
Y te llevó volando con él a través de tu ventana.
Te llevó, y sopló mis gritos extrañándote y mis llantos amándote.