CON AGUA BENDITA (POEMA 86)

CON AGUA BENDITA

Tus besos es fuego que enciende mi alma, es néctar que endulza,
tus besos es un dulce exquisito que se derriten en mi boca,
es un susurro de miel para mis labios,
un manantial de dulzura para mi alma.
En cada beso pones el fuego de las estrellas en mis venas.

En tus besos encuentro esa gracia y esa pasión que me enloquece,
es cuando les pido a mis labios que te besen con fervor

y mi lengua busca la tuya en un incendio de pasiones.
Tus besos son una pluma que me acaricia,
en ese instante nuestros labios se encuentran,
en tus labios puedo encontrar ese manjar que se saborea con calma,
es cuando la ambición de tocarte me mata y me consume.

Tus besos me susurran palabras de apego, de afecto y mi alma lo siente,
tus besos me dicen que debo seguir hacia adelante,
que debo creer y seguir creyendo en el amor
y pase lo que pase, suceda lo que suceda,
entre nosotros solo debe existir entrega, ilusiones y amor verdadero.
Tus besos me hablan de convertirse en el objetivo de mi vida,
como si de ello dependiera toda su existencia.

Tus besos me piden que debo creer y confiar, confiar el uno en el otro,
me piden sonreírle a la adversidad y amarte sin mirar consecuencias ni peligros,
me piden seguir creyendo en tus sentimientos, sin restricciones ni barreras.
Tus besos me enseñan a amarte sin miedo y mi alma lo intuye,
es cuando salgo a proclamarlo a los cuatro vientos.

Son momentos de caricias intensas, de bellas sonrisas, de lindas miradas,
son momentos de besos apasionados, de besos fogosos,
de besos románticos, besos que marcan la frente con agua bendita.
Son aquellos besos que te dejan sin aliento,
los besos que dejan huella, los que abrazan con fuerza,
son los besos que expresan bellos sentimientos.
Son instantes de tu silueta traviesa, de tu cuerpo que enamora.