carta III
Honorable y excelentísimo señor
De mi grata bondad para su bella hija
Os ruego encarecidamente que me colme del favor de vuestra hija.
Cartas a mi amada III
Dulce amada:
Hoy he despertado con un deseo incontrolable de veros. El alba ha golpeado mi ventana y mis ojos se han apresurado a darte visita
¡Oh dulce amada mía ¡ Tus rizados cabellos son como dos pendientes ; en ellos trazas sutilmente tus miradas silenciosas ; tus caricias envolventes ; tus sonrisas eternas.
¡ Oh , mi dulce amada eterna ¡ Ven en pos de mi antes que el alba florezca ; antes que la melancolía me atrape en sus estrechos brazos.
¡Oh dulce amada ¡ Ven en pos de mi antes que el hades reclame mi empobrecida alma!
Dulce amada, os ruego que vuestro amor permanezca favoreciéndome.
tu amado
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