Cántico al Amor

2016 Mayo 26
Poema Escrito por
Maria P Gallo

Cántico al amor

A donde te marchaste
¡Oh amado de mi alma!
como un ave volaste,
te fuiste y sin dejar cura
prendada me dejaste de amargura.

¡Oh amado de las rosas!
quitaste por un rato

tú presencia,
y yo sin saber ciencia
prendada de tristezas,
llorando me quedé
entre las cerezas.

¡Oh amado de mi alma!
te busco por arroyos y rosales,
le hablo a las cerezas,
a las piedras rocosas,
y a las frambuesas grandes y olorosas.

Le hablo a los rosales,
a los sapos verdosos
y a los paisajes bellos
y olorosos;
a todos les pregunto
con canto de tristezas
si han visto aquel
que posa en las cerezas.

Más nadie me responde,
me dejan preocupada,
mi alma de tristezas ya prendada.

Habiéndole buscado
en el campo y los pueblos
en las iglesias y hasta en cementerios.

Miré y de repente,
una sombra a lo lejos,
me dijo que danzando,
por los valles y presuras,
pasó aquel que yo más amo,
prendado de hermosura,
brillando como el cielo
de hermosura.

Los valles aplaudían,
los grillos le silbaban,
los conejillos todos se alegraban,
las rosas florecían,
las niñas aplaudían,
las damiselas todas se caían.

¡Oh…éste es mi amado!
me dije en éste tiempo
con gozo danzaré
en éste momento.

Danzando entre rosales,
corriendo entre los valles,
corrí hacia mi amado con dulzura.

Cogí tela de seda,
y me envolví con ella,
para verme más bella;
y me bañé en fragancias olorosas,
me decoré con rosas armoniosas.

Brincando como loca,
sonriendo como cuerda,
danzando como loca en la cisterna;
corrí hacia mi amado
con cánticos de gozo,
con brincos de conejos armoniosos.

Mi amado sonreía,
con brazos abiertos me esperaba,
y yo llena de gozo
saltando como canguro,
le abracé entre mis brazos,
para tenerle más seguro.

Mi amado sonreía,
y me abrazó tan fuerte
entre sus brazos,
que casi me desmayo,
de gozo tan profundo,
al encontrar mi amado en éste rumbo.

Me dijo: “Mi princesa”
estaba entre los campos
tejiendo una morada
para ambos;
para tenerte cerca
para tenerte siempre
para tenerte cerca en mi presente.

Los pájaros cantaban
y mire hacia ellos,
y vi una dulce casa frente a ellos.

Una casa preciosa,
decorada con rosas,
y miles de cerezas
prodigiosas.

Me sujetó mi amado,
y lleno de dulzura,
con ojos alegrados;
allí me prometió de ser mi amado;
y puso entre mis manos
una joya preciosa,
allí le prometí
de ser su esposa.

Llegaron los cantores,
la cena preparada,
mi corazón deseaba
ser amada.

La bendición nos dieron,
ligero nos casaron
y todos aplaudieron,
toditos se alegraron,
el tiempo de reír había llegado.

La boda con mi amado,
fue cortés y elegante
llena de tesoros y diamantes;
pero ninguno de ellos
ni siquiera las rosas,
se comparaba hermanos,
con sus manos preciosas,
y sus sonrisas bellas y gloriosas.

Así sucede, amigas
cuando una se enamora
y el corazón explora
el amor verdadero,
en los ojos sinceros
de aquel que yo más quiero;
aquel por el que vivo
y el que muero.

2016 Mayo 26

Maria P Gallo
Desde 2016 Ene 23

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