blanquecino ardor
Arden los elementos
dulzura
siente como arden,
niña
desde aquel instante
hemos de saber por qué,
las primicias que he creado
a travéz del prisma
con paciencia labrado
el cian nos purifica
cielos metálicos
niña
de bruces frondosos,
nos ungen
como dándose
en matrimonio
Arden inevitablemente
y me dirás:
¿Con cuánta intensidad?
y te diré bríos
que colapse
arden Blanca, arden,
desde aquel mirar
encontré encanto
¡ y básteme !
niña,
son avivados en mi corazón
los galopes ,
las herraduras que posas
en frenesí,
acaloradamente
se funden
aleación carmín
Mis encuentros más señeros
los intestificas
con fuelles
te reconozco,
linderos
solía ser vulnerable
niña
con el toque abrasador
Ahora desayuno entre pátinas
exquisitas llamas
mi querida niña
¡ y Básteme !
Mi carne por otro lado
es sabia como el sol
núcleos que transmuto
vuelco
mi interior.
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