Ángel endemoniado
Descalzos sueños
me aturden con sutileza
me abordan,
me sumergen
guantes de terciopelo
mis sábanas saquean
y sin permiso
me gobiernan...
Arañandome la necesidad
hace trizas mi voluntad,
como dueña
contemplo tu virilidad
y como esclava
Mil fantasías
te hago deleitar...
En mis encendidas cumbres
eres dios severo,
llenas mi valle
de infernales besos
y perdido en mi selva virgen
llegas al centro
de mis pasiones...
Latigo candente
que me elevas a diosa
entre gemidos
y sudor de meretriz,
siendo tu dama y señora
me rindes pleitesia
a mis pies tu viriles sueños
se postran,
en tu cama
soy cortesana lujuriosa
y complaciente...
Bañada por tu mar bravío
alcanzo mi gloria,
levantando un grito al cielo
que a los ángeles sonrojan,
colmada de tu ternura
que florece después de la locura,
rodeada de tu latido entrecortado
me acuno y duermo en ti...
¡Mi ángel endemoniado!
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