Agujeros negros.

Agujeros negros.
Cuando la vi por primera vez no sabía ni quien era, pero la vida nos sorprende gratamente a veces.
Sus palabras me conmovieron el interior.
Si miramos hacia el futuro nos sentimos inseguros pues no sabemos que habrá para nuestra propia existencia. El corazón se detiene y se levanta contra su amo, y los pecados nos castigan cuando los ignoramos, me dijo.
Todos mis conceptos acerca de ella se derrumbaron por el piso, sin siquiera conocerla ¿Qué voy yo a saber de ella?
Y yo que pensaba ser su faro en medio de la noche, ¡qué iluso, ella se alumbraba con su propia sapiencia!
Y ¿Cómo ver más allá de mi mismo, si lo que veo no lo entiendo?
¿Acaso los humanos mostramos nuestros sentimientos?
No. Me replicó ella, pero tú debes interpretar mis pensamientos.
Me quedé pasmado pensando y… ¿Qué querrá decir con eso?

Así se pasaban los días, y más me confundía. Para mí no era suficiente lo que me decía, ya que en otra vida había aprendido a expresar mis complacencias.
Normalmente caminamos sin ser consientes de la gente, de lo que dicen o sienten, pero, cuando hay alguien que nos enfrenta a nuestra propia conciencia, quedamos desnudos y con la boca abierta, sin saber ni que decir por nuestra propia indiferencia.
Estoy pensando en comprarme una linterna, para tratar de alumbrar mi camino, aunque la luz del día encandile las tinieblas, para ver si puedo hallar algo de entendimiento en lo que me dice ella.
JoseFercho ZamPer