40.000 días de edad
Puedo cambiar muchas cosas
menos mi fecha de nacimiento.
Puedo mutar sobre mi eje,
rotarme, perpetuo
El tiempo pesa
cambio, todo cambio.
Puedo cambiar
mis ingresos de pobre,
esta persiana al cielo.
Puedo cambiar
mi nombre y apellido
o mi vida
de soltero.
Puedo cambiar
mi nacionalidad,
la condición laboral,
el modo de medir el tiempo.
Puedo cambiar
mis estudios terminados
mis gustos literarios
o culinarios.
Puedo cambiar
el idioma que hablo,
la nota, el acorde,
la utopía, la clase, el techo.
Puedo cambiar
de equipo de futbol,
de criterio de ahorro. Dicen que hasta de sexo
(aunque no lo creo)
Puedo cambiar
de amigos, de trabajo,
de casa, de familias,
de barrio o de pueblo.
Puedo cambiar
de estilo y ser más permisivo
o ser más riguroso
o más repetitivo.
Puedo cambiar
el partido al que voto
cambiar de apelativo
o ser más constructivo.
Puedo esperar un rato,
por las dudas,
puedo empezar lo mismo
o algo nuevo.
Puedo escribir
hasta terminar la hoja.
Puedo dejar
y meterme en el sueño.
Puedo negar
que pasa en otros lados
puedo ignorarlo
o suponerlo.
Puedo comprar
una torta de cumpleaños,
o cumple-horas y festejar
con quienes no me conocieron.
Puedo cambiar
mi coordenada axial,
la estrella a la que sigo,
el año nuevo.
Puedo cambiar
mi ritmo sopesado,
los pasos que no he dado,
mi imagen del espejo.
Puedo elegir
si soplarme estos mocos,
o chorrearmelos
un poco.
Puedo cambiar
el estilo de amar,
teniendo un hijo menos,
haciendo un hijo más.
Puedo cambiar
la fecha en que morir,
el modo de morir,
el lugar.
Puedo cambiar
de enfermedad, de médico,
de líder detestable,
de color de cabello.
Puedo cambiar
muchas cosas
menos mi
nacimiento.
Conoce más del autor de "40.000 días de edad"