¿Y el buen cuento dónde está?
La mente humana tambalea
entre el echo productivo-pecaminoso
y la sensacional antorcha, pronunciando: ¡Eureka!
Dejándose llevar por la ruleta del cañaveral, en América.
Momo me conoce bien, o me gustaría conocerlo.
No es porque sea poetiza, ¡sino la ironía de la vida,
que esté tan lejos!
Busco lo que no encuentro,
por quienes se la dan
de campeones y ¡ni siquiera saben nadar!.
El panelista del cuadrado dictamina su mandato.
Cuchicheando, produciendo su forma de candado
con su noticia de que el mundo terminará.
Eso ya lo sé, y señor respondame ¿que hacemos con los
de la horca?
Una canción dice que seamos fuertes
en la adversidad.
La escucho y no entiendo,
la vuelvo a escuchar, y
yo aquí en cabletierra,
me pregunto:
¿quién la obedecerá?
El rockero se vende por dos pesos
más su identidad.
Y los medios con sus credos se hacen real
enjaulando la realidad en su verdad,
exagerando la fantasía
hacen que tema más.
Una canción me dice: ´´¡sé fuerte!``
La escucho y no entiendo,
la vuelvo a escuchar, y
me pregunto:
¿quién la obedecería en mi lugar?
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