Y ahí estabas tu
Y ahí estabas tu
Aquel pasado de sombras
que sostenían al corazón...
lo borraste con la luz
de tu dulce comprensión.
Y las madrugadas frías
que congelaban a la razón...
las volviste cálidas
Y la dura soledad
que anido sin vacilación...
tomo su equipaje un día
al albergarse una nueva ilusión.
Y ese gran miedo
que por la vida yo tenía...
se ha ido desvaneciendo
devolviendo a mi ser la alegría.
Porque aquella verdad que
desde niña yo tanto temía...
poco a poco se fue abriendo camino
volcándome en dolor y agonía.
Y cuando me ahogaba en lo profundo
creyendo que por fin mi alma moría,
encontré en la oscuridad tu rostro
y tu dulce mano sosteniendo la mía.
Y me di cuenta que ahí estabas tu
que siempre habías estado para mi,
que cuidarme es tu mejor ímpetu
y por ti valió la pena lo que sufrí.
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