UN REGALO QUE DEBEMOS MERECER

He lanzado miles de palabras al viento.
Le abrí la puerta a mi alma para dejarla fluír.
Yo también me he roto en millones de pedazos,
y me he reconstruído.
Cuántas veces caí de rodillas con el corazón en la mano?
No existe tono de rojo que mis ojos no hayan probado,
ni amargores ni sales que no me hayan quemado.
Pero no dejo de mirar al azul!
Una invisible mano me anima a volar y seguir...
Pueden enmohecerse y aplastarse estas alas de mujer poeta.

Quizás, hasta puedan mutilarse en mis crueles inviernos.
Acaso no habrán primaveras otra vez?
Siempre encontraré la mía!
Podré volar sobre valles aromados y frescos.
Los colores estarán pintados allí, esperando por mi!
No puedo imaginar más felicidad que esa en esta vida.
Me regalaste un alma noble y sensitiva, Señor,
y yo sólo busco la forma de decirte gracias.
Por esta nube dulce que opaca ahora mi mirada, gracias!
Por esta sensación que hace latir mi pecho, gracias!
Por cada palabra amable y verdadera, gracias!
Por estos rayitos de esperanza diarios, gracias!
Sé mis alas y sé mi cielo!
Cuando siento que ocupas hasta mis pensamientos,
es cuando siento que vivir es un regalo que debemos merecer!

te amo
14/06/2019