Un nuevo arte
2025 Mar 07
Poema Escrito por


Fijaste esas preciosas gemas en mí,
Me observaste ataviado de negro, oliendo a Paco Rabanne,
Y peinado como un fresco de Caravaggio.
Sí, querida.
Lo noté desde que abriste tus preciosos labios con asombro,
Cuando tu famélica mirada te delató y el dedo disimuló ese deseo que enervaba sobre ti,
Como una sustancia ferviente.
Deseaste acariciarme los rizos y lo hiciste, anhelaste sentir mis brazos y cediste al abrazo,
Ahora quieres más, aunque mi excéntrico estilo te advierte de lo cruel que puedo ser,
Aunque esa sonrisa que ahora observas como hipnotizada pueda cambiarte,
Deja de ir como sí la virtud de Eva hubiera renacido en ti.
Porque soy hombre cazador como los descendientes de Caín y nada bondadoso como los de Abel.
Oh, delicioso manojo de sabores tiernos y delicados.
Túmbate allí, donde la estela de la luz la corta la persiana,
Tus pezones se abren como botones de flores a mi vista,
Y tu sexo como un fruto maduro de aquel huerto renacentista.
Deja que haga vino con cada celulosa partícula que despide tu carne,
Y que voy fermentar con mi saliva como una cosecha antigua.
Oh, Female.
Mis dedos te recorren como los objetos extraños se desplazan por el horizonte del universo,
Y no son vistos por más ojos que los de los Dioses,
Y permite que se detengan o colisionen con tu cuello.
Ahora, voy a entrar en ti.
Inhala, porque tu calor me rebosa el exterior mientras tu interior se aferra a mí
Como almejas del mar que brotan como retoños de un árbol.
Oh, dulzura.
No me mires ahora que cada tacto se siente como el firmamento que veían los aborígenes Caribes,
Que cada beso se siente como un bebé descubriendo el ámbar,
Y cada estocada masculina en tu cofre femenino como un nervio abierto.
Estoy expuesto a tu naturaleza negativa, a aquella que recibe, y yo que soy positivo
Te cedo todo.
Sí, princesa.
Muérdeme, apriétame, aráñame.
Porque nada limita tu pasión si soy yo tu eje,
Si soy yo tu amante,
Si soy yo tu sueño inminente.
Déjame levantarte por encima de las sábanas,
Déjame tenerte sobre mí y succionar como un sediento esos dos generosos pechos,
Como si fueras María y yo un inmaculado Niño Jesús.
Deja que me eleve, que flote, que tome y no deje.
Permíteme que cada trazo de mi lengua resuene en tu interior y que mi semilla nutra tu simiente.
Permite que sea yo, y que tú lo seas conmigo.
Ahora me voy, y el milagro está hecho.
La muerte, la vida, el placer, el dolor, la vanidad y el ser.
Todo creado, compactado, realizado, acabado.
Todo sexualizado, como un arte nuevo pero primitivo,
Y que fue bautizado como ‘Sexo’.
D.G. Falls.
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'Un Nuevo Arte'
2025 Mar 07
D.G. Falls
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