A un nuevo amor
No tengo demasiadas ganas de recordar tu nombre,
o al menos no tengo ganas de saberlo, no ahora…
Estoy muy ocupada cuidando mi jardín para tu llegada,
para que te sientas en casa y estés cómodo,
junto con todos los colores que este cielo pueda brindarte.
No me importa si te caíste jugando fútbol
o si pasaste vergüenza dando charlas en público,
igual eso habrá pasado antes de conocernos,
si es que no nos conocemos.
T
que seré probablemente la persona más torpe que conozcas,
y entre uno de mis defectos está lo sensible.
Con el tiempo he adquirido muchas cicatrices,
no precisamente físicas,
podrás preguntarme el porqué de ellas,
reírte, callar… aunque si quieres,
te permito tocarlas,
solo hazlo despacio,
sáname con tu delicadeza,
revíveme con todo lo que eres,
con todo lo que podremos ser.
Mi dirección es la siguiente:
derecha de tu corazón,
izquierda de tu cerebro cuando se queda en blanco,
primera cuando te cueste dormir y
quieras hablar con alguien,
segunda subiendo a las estrellas
mientras estoy encima de tu pecho.
Espero que encuentres el camino,
llámame cuando llegues.
Solo hazlo.
Conoce más del autor de "A un nuevo amor"