Tu último sosiego

Palido ,tembloroso tu tacto
de aspecto fantasmal
casi traslucida tu piel
aunque te veas rodeado de calor infernal de las doce del medio dia.
Tus dedos juguetean inquietos por el reloj
mientras tus ojos se detienen en las manecillas.

Callado, más callado de lo usual
como quien guarda el silencio
del lugar más sagrado

Grita de adentro
y se hace manifiesto
en los latidos
de tu pecho
ahogados por el disimulo
de esa enfermedad moderna
denominada ansiedad.
Al menos esos dices
cuando los demas notan
tu intranquilidad
que esta por volverse algo demencial.

Cae la noche como pluma ligera sobre los parpados
del niño inocente que reposa en los brazos de su madre.

En cuanto a ti exclamas:

¡AHHHH vil conciencia
has vuelto mi almohada
una zarza asfixiante.
de la que no puedo escapar!!!
Pasos fuera de tu puerta
que tratan de disfrazarse de sigilo
en vano por que eres el guarda de la noche
desde que te secuestro la paronía
con ayuda de la culpa.

Sin perder un segundo más
Te escurres por la ventana hacia la noche
tendras tu ansiada y última noche de osadía
en compañia de la luna y las estrellas.
Ya dormirá tranquila tu conciencia
resguardada entre las rejas
bajo el elevado precio
de tu idolatrada libertad.