TU CUERPO

Quiero llenar mi vida con tu calor
que me llame por mi nombre
que no se ausente, que nunca
necesite calefacción
en mi humilde morada.
¿Mi boca? falta está de sabor,
te necesita como el sol a la luna
como la mañana al ruiseñor.
Mi corazón te quiere escuchar
no dejes de latir

no me sumas en la oscuridad
que tus silencios
me producen desaliento.
Esos silencios, cuando me amas
cuando mi sed sacias, con tus jugos,
mi sonrisa activas,
con tu mirada.
Esos olores que me reclaman
cuando tu alcoba está vacía,
por la mañana;
esa suavidad de tu piel
como la seda de mi almohada.
El brillo de tu pelo
cuando la lluvia lo empapa,
chorrea por mi cara
como un diluvio fecundo
en la poderosa selva de la mañana.
Tus ojos llorosos
cuando me despides de tu morada,
esos escalofríos de la raja de tu falda
cuando navego por tus nalgas.
Ese cuerpo que me habla,
de madrugada,
pidiéndome auxilio, en la cañada
solitaria y triste, si me amas.