Tu Belleza me es dañina


Me es difícil seguir en pié
Cuando tus pasos aceleran el tiempo
Y por consiguiente
Tus huellas calcinan el suelo menesteroso.
Hipnotizas de forma humillante
Cada pellejo de mi cuerpo
Quedándome en una turbación
De sentires indecisos
E
Me trae un sentimiento de extrañeza
Que se cubre en una neblina apelmazada y puritana
Que de manera recóndita
Tiene un te quiero que decirme
Amo con una intensidad ofuscada
Esa fugaz ternura tuya
Que se presenta ante mis ojos
Y la recibo con un cordial beso meloso
En tu pómulo derecho
Que yace enrojecido
Encerrar tu estrecho abdomen
Con mis sublimados brazos
Rozando tus pechos
Sin despegar la mirada en tus coquetos labios
Pero no puedo seguir resistiendo
Ese aroma de fémina sátrapa
Concurrida por numerosas hienas insulsas
Que son paralizadas al igual que yo
Por la belleza de las ilusiones que profesas
No lo soporto
Aquí viene marchita mi entusiasmada conflagración
Aquí vienen vacías mis perseverantes luchas por tenerte
Algo más que efímero a mi lado.
Pero te quiero demasiado
La predilección que me acontece es inexorable
Y no se pudre a pesar de que ya sé que juegas conmigo
O que me tienes dentro de una lista infinita
De carnívoros absurdos y vagabundos.
Sería más fácil
Que tu boca y tus labios ya tuvieran un dueño
Porque es la única solución que existe
Para que deje de lado mis invenciones
Y mis caprichos imposibles.
- Franzliche. Chile, 2016.
12/10/2016
Conoce más del autor de "Tu Belleza me es dañina"