Te quiero hoy, mañana no sé...

Me hundo en mis pensamientos, no soy tan fría como pensaba.

Resistí hasta que decidiste aparecerte de nuevo, puede que no pasara tanto tiempo, quizá solamente fueron unos cuantos días, unas cuantas horas, unos cuantos instantes. Te veo de nuevo y siento que todo ese tiempo no fue más que una nueva manera de entenderte, de comprender que las cosas no pueden obligarse para que pasen, entendí que lo bello de la vida se basa en saber esperar, en saber tener paciencia y querer darle espacio a lo que más quieres tener en ese mismo instante.

Me viste ahí sentada, no quería mirarte, no quería recordar todo de un golpe, quería ignorar el hecho de que me moría de ganas de verte de nuevo, te extrañe, te necesité, sin embargo, me aguante, lo bloquee e intenté ignorar la realidad. Estabas a un lado de mi, a unos cuantos metros, tan cerca pero tan lejos. ¿Cómo ignorar a esa persona que provoca tanto en mi interior?

Las cosas iban bien, me picaba tocarte y sentirte conmigo otra vez, tal vez lo sentiste, esa manera tan especial que solo tú tienes de hacerme sentir bien, cuando me pides un beso e incluso cuando me los robas, cuando acaricias mi espalda, cuando me abrazas, cuando me miras, cuando me tomas de la mano, cuando te ríes de mi, cuando me tomas de la cara, cuando me cargas, cuando besas mi cuello, cuando tiras de mi cabello, cuando me haces gruñir por ser tan brusco, todo eso que provocas en mi, juro que ya no tengo nada más que desear.

Me senté en tus piernas, cómo me encanta estar en tus piernas, me gusta besarte despacio, me gusta tranquilizar a ese animal que tienes dentro de ti que no te permite llegar al control, me quieres comer, siempre me quieres comer, pero la ternura en los dos nos calma, nos hace creer que no hay prisa para sentir, me vuelves romántica, me provocas esa sensación de querer escribir poemas, escuchar canciones y acordarme de ti, me gusta todo lo que causas en mi.

M

e han preguntado tantas veces acerca de mis sentimientos hacia ti, ¿Por qué te gusta tanto? ¿Qué tiene de especial? y no se que responder, simplemente lo siento así, es inexplicable, son sensaciones que me erizan la piel y me dan ganas de más, de querer tenerte una noche más. Contigo no tengo suficiente, quiero más y más, no puedo dejarte ir porque eres tan especial que ni yo me lo perdonaría, eres ese ángel que viene y me da paz, ese ser que con tan sólo tener cerca me irradia felicidad, eres eso que me gusta repetir.

Soy egoísta porque a pesar de saber que en nuestra realidad, no habrá un futuro asegurado, no sabemos nada, somos esas personas que les gusta vivir en el momento, somos egoístas porque ninguno de los dos se preocupa por distanciarnos, nos gusta la mala vida, nos gusta ser dramáticos, nos gusta cagarla, nos gusta ignorar el hecho de que ese amor que sale de nosotros, es puro, es de verdad, se siente mágico. No queremos sentir, somos egoístas porque no queremos darlo todo, pero no podemos evitar quererlo ahí.

Es complicado juntar a dos almas libres, no van, no pueden permanecer, simplemente se dejan coincidir, no hay más. No se si pueda vivir con esto, a veces me cuesta soportarlo, no me gusta tenerte lejos, no me gusta tenerte siempre ahí. Y es porque nos gusta la vida complicada, la razón por la que no podemos ser. Pero aún así te quiero, te quiero a montones, no podría vivir pensando en que no existes en mi vida, me gusta saber que estás ahí, en algún lado pensando en lo increíble que somos.

"Somos chidos, pero somos más chidos juntos. "

Cuando nos vemos, no podemos hablar, es difícil decir lo que siento, para ti también lo es, puta madre, somos tan iguales que hasta puedo jurar que el hilo rojo lo tiene conectado conmigo, me da la sensación de que de alguna forma estuvimos destinados a coincidir, a vernos ese primer día, a pensarnos todo el tiempo, a alejarnos cada que las cosas se sienten tan bien, es mucho para los dos, es mucho amor que al mismo tiempo parece ser mentira.

Muchas veces creí exagerar, pero hoy aseguro que esto que siento es simplemente natural, se da solo, se da sin pensar y es que cuando te quiero ver , te quiero hablar, no dudo ni en segundo en hacerlo, porque cuando viene del corazón, no lo quiero evitar.

Ya no tengo miedo de fallar, a lo único que le temo es pensar que todo lo que yo sentía era tanto comparado con lo que tu puedas llegar a sentir, me gusta creer que los dos estamos en la misma sintonía, ni tu me quieres más, ni yo te quiero menos. No siempre se puede saber lo que el otro piensa, pero si se puede confiar en que sea lo que sea, estuvimos los dos ahí, lo sentimos, lo vivimos y no importa lo que pase, es una historia que vale la pena recordar.

Te quiero hoy, mañana no se, pero de una cosa estoy segura y es que nunca te olvidaré.