SOFÍ. (La vendedora de tacos)

la vendedora llega con sus tacos
exhausta por el calor agobiante
mas la necesidad es imperante

su rostro marca el filo del cansancio
su cuerpo fatigado no se dobla
y al mal paso su instinto se redobla

tacos tacos retumba férreo el grito
ante los transeúntes asombrados

algunos poco hambrientos se detienen
a preguntar el precio de los tacos
olvidándose un poco de arrumacos

pasan las horas y la tarde llega
la vendedora cuenta sus monedas
y alegre vuelve a casa por veredas

que refrescan sus ojos dilatados
tres pequeñuelos corren a sus brazos
al escuchar el eco de sus pasos

las sombras nocturnales han caído
y un quinqué opaco alumbra su cabaña
luego duermen soñando en el mañana

Germán g