SOBREVIVIENTE; a la espera de buenas nuevas
Tú,
que deambulas en medio de esta espesa selva infestada con árboles de acero y hormigón,
Arboles tan inmensos que parecieran no tener fin,
Tan altos Que sus azoteas rozan las doradas nubes del cielo cuando alborea el amanecer.
Tú,
El marinero,
el navegante sin brújula
que Izas vela y Te embarcas en tu frágil barco de papel,
Alimentado solo con la esperanza de un día mejor; te enfrentás a estos turbulentos ríos humanos.
Que ignoran tu presencia…
Esa presencia desarraigada;
Carcomida por el olvido,
Revestida por la pobreza,
Y alimentada por la soledad.
Honorable sobreviviente;
Hoy el sol no te trajo buenas nuevas
Hoy nada mejoro,
todo continuo empapado con las sucias y malolientes aguas de la miseria.
Hoy,
Tu boca no probó un bocado de pan,
Y tus labios solo calman su sed con las lágrimas que derraman tus cansados ojos.
Las horas pasan y el frio asecha tras la oscuridad.
Y al caer el crepúsculo nocturno te sumerges a tu solitario callejón
Recostando tu raquítico y cansado cuerpo
en lo que ayer y desafortunadamente hoy será tu humilde morada.
Honorable sobreviviente
Que solo espera cerrar los ojos para escapar de esta horrible pesadilla
con la ilusión latente de que mañana por fin el sol traiga consigo buenas nuevas.
Luis enrique vivas atencio
29/05/2014
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