Silencio ancestral.

Inevitable silencio que riega memorias.
Primaveras y otoños que imploran por un invierno tardío.
Los años en el este, este y otros años nos tienen arrinconados, ante sus misterios y otros tantos secretos abandonados.
Me sumerjo ante lo inevitable y se doblega mi espíritu ante la impaciencia de un amor prematuro que vuelve fútil a mi nostálgica existencia.
Pero existo, soy como un peregrino que no desea sublevarse, antes de por lo menos transitar hacia la divina experiencia de fracasar sin remedio.
¿Acaso que podré yo hacer para evitarte la pena que llevas?
Seré tan culpable de tu cansancio, como tú de mi tristeza.
Culpables somos de este ancestral silencio.que converge en soledades.