SETENTA Y DOS PRIMAVERAS

Setenta y dos primaveras,
abril , Semana Santa,
en casa...
y en la puerta un candado.

Sobre la mesa un ordenador
que engaña mis sentimientos
creyéndome cerca de aquello
que se encuentra lejano.

Y

una ventana abierta
tras tres gigantes árboles
que plantó mi vecino , hace años.
Quería ocultar , no sé qué.
Quizá sus pecados.

Por compañero , un televisor
que me recuerda hora tras hora
lo frágil que somos los humanos.

Y entre mis dedos
un lápiz cansado
por un fuerte dolor en mi mano.

Y yo , setenta y dos primaveras
soñando...
con una colorida primavera
que rompa los candados.