Secuaces del dolor

¡Ay! intensa incertidumbre
¿Por qué de mis labios no brotan palabras?
Aquellas que ansian acariciar tu oído
¡Ay! intensa pena
¿Por qué no se ahoga mi querer entre tus brazos?
Aquellos brazos que ya no siento
¡Ay! intensa locura
¿Por qué estos sentimientos hablan galimatías?
Aquellos expresivos inentendibles
¡Ay! intenso calabozo

Aquellos ayes que me aquejan
No son más que cenizas de una llama
Una candela que quema apagada
Sin una lluvia que la extinga
Y me obliga a delirar entre sollozos escritos
Para respirar el aire de los recuerdos
Y ser muerto viviente en la agonía
¡Ay! por aquella pasión que se esfuma
¿Por qué no reviven los amores?
Y salen de sus tumbas de rencor
No son más que viles secuaces del dolor