REFLEXIÓN
REFLEXION…
Hoy hace un calor insoportable, me siento en el pórtico tratando de sentir la brisa, y como ya es costumbre, mi mano empuña la tinta que he de plasmar las letras a través de esta REFLEXION.
No sé si es producto de la soledad… No existe alguien con quien hablar, con quien compartir y en esta contemplación me respondo: Me hace falta a quien amar…, a quien cuidar… y en ese llamado ancestral creo es la naturaleza del hombre, pero amar sin imposiciones, sin sistema hormonal, tan solo por amor nace ese deseo intrínseco de estar con el otro humano…
Pero qué pasa cuando el tiempo transcurre? Hummmm todo se complica, ese sencillo deseo se convierte en un infierno, la filosofía de querer estar junto a ti se pierde, se desdibuja el amor, en lo cotidiano, en la lucha del día adía, se me olvida que no debo perder el lenguaje, desaparece la ternura en la apropiación del otro (mía o mío grave error), que debo seguir siendo la misma, e igual debe hacer el otro, en el fantasma del mucho tiempo que deberíamos tener, allí me doy el placer de tratarte como quiero, y no es el deber ser, es deshonesto y austero trato para el amor…
Si nos quitamos la concepción del mucho tiempo, seríamos más humildes, amaramos más, seríamos más nosotros, y no causáramos daño, no tendríamos porque estafar al otro. No seríamos el aparataje cultural que nos obliga a ser despiadado, para sentirnos después frustrados, por no ser como realmente queríamos, dando amor… sencillamente amor y ser agradecido por que hoy te encontré.
Para ser felices, libres, tendríamos que volver a nacer, sin conceptos, sin preceptos establecidos, solo con la convicción de vivir, porque no tienes más tiempo. Quitarse el tiempo es lograr la libertad más hermosa que el hombre pueda conquistar. Pero nos gusta creer que hay tiempo para odiar, para exigir, para hacer daño, para sufrir sencillamente, cree que existe un afuera lejano para no hacerse responsable de amar realmente, la responsabilidad de perdonar, de no odiar, de no hacer daño, y de tan solo por amor comprender a los demás …
Muchos podrán decir: “Eso no es fácil…” Yo en verdad os digo: “Es lo más fácil del mundo, es como ir contra ti mismo… es otra manera de sentir, es otra manera de vivir, donde no existe sufrimiento alguno.
Cuando despiertas y te des cuenta que todo es cultural, que desde que naces, hasta que mueres vives con patrones establecidos, que tú no piensas, que sencillamente te adaptas para que te acepten los demás, perdiendo tu verdadera identidad… Cuando haces esa reflexión ese día comprenderás que tan solo vivirás con amor y jamás sentirás sufrimiento alguno.
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