Preso de un sentimiento
He soñado con ese día cada noche,
A tal punto que me he convertido en preso de mis propios pensamientos.
La imaginación llama a la codicia,
Entre tanto me consumen las llamas del deseo incontenible.
Quedé atrapado en el tiempo vida mía,
En el tiempo de una ilusión que tiene lugar en los terrenos de mi alma.
Probar ese dulce néctar que escurre de tu frente, deslizar mi boca cual suave velero, en las olas impetuosas de tu cintura,
Entretener al tiempo entre el suave cosquilleo de tu tacto, al recorrido de tus manos.
En el albor, las mejillas de la habitación emanan tu aroma, que me extasía en euforia, perfumada en una pizca de infinitud.
Sueño cada noche con ese día
En qué cierre mis ojos en tu cuello,
Y sean mis caricias de pestañear.
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