Por estar contigo

Eres,
dulce Braulia,
de una presencia
tan cercana,
que, hablando con otros,
estoy hablando contigo.

Son sus palabras
tus palabras,
sus ojos los tuyos,

sus vidas la tuya,
y me vas hablando
a través de ellos,
-con palabras distintas
a las suyas-
de las remotas esperanzas
de lo nuestro...

Tiemblo sin que
lo noten,
valoro sin descanso
pros y contras,
río de pronto,
pongo el gesto
triste,
preso siempre
en una suave rendición
amarga
por estar contigo
sin faltar a ellos...

Así vive,
siempre tuyo,

Ceporrillo de Halicasa