Pálida alegría
He cantado mil canciones de romance,
mientras conquisto y enamoro sombras
hechas de migajas traídas por una vida tirana;
esto lo sabes tan claro como mi silencio:
¡Que vivo enamorado de nada, de todo…!
que mientras mi alma se seca
sigo buscando esa sonrisa que no sea fingida.
En la tristeza,
necesito comprender el día sin color
esa gente que camina y se diluye entre la luz…
Esta tarde sonríe, la nostalgia nos responde
por la ventana del pasillo donde ella camina,
en esos días donde caminaron las esperanzas
y todas las rimas que “ellas” se llevaron
sin piedad al olvido, al miedo, al terror, al silencio…
La mañana es tierna,
la tarde cálida y la noche un dulce naufragio;
yo sigo sonriendo sin colores cada día
y siguése dibujando esta pálida alegría
a la cual se remonta mi edad
en búsqueda de vida para un desenamorado,
¡Ella! Alguien para enamorarse en el amanecer.
No me sanan los versos,
no me alivian las mil repeticiones de mis canciones,
no me sustenta esa sonrisa sin vida…
¡Vivir no me deja la ausencia de tu vida en mis días!
Conoce más del autor de "Pálida alegría "