Palabras de ira a la esperanza
Sintiendo un ardor irrefrenable en el pecho como si algo de mi quisiera liberarse en forma de demonio, como si apretaran mi garganta y no dejara pasar saliva.
Me persigue, él me persigue con esperanza pero su vida pública habla de orgullo y culpa.
¿Cuándo sucede el amor?
¿Por qué no te preparan para ser tu mejor versión?
Huyes de mi y no te alcanzo, una trastornada detrás de un patético loco y aún así decidiría quedarme porque esa maldita conexión no encuentra salidas.
Lejano de todo mi desastre que cause en ti, pero no oyes mi dolor, nunca lo supiste interpretar.
Pero el amor no tiene forma, no hay medidas, solo se sufre en el pensamiento y se oculta detrás de paredes de tiempo y quedas inmóvil sin más fichas, sin más movimientos en el tablero.
Y llega la locura y te arropas en la maldita esperanza que nunca descansa y cobras favores a las esencias que ya han huido de este plano terrenal, parece no quedar nada y solo alimentas el desanimo y las consecuencias de una enfermedad que causo fastidio.
Y dónde quedó la maleta donde lo dí todo ese día, donde no hubo rendición alguna, el silencio participe de mi lucha. ¿A cambio de qué?
Un amor correspondido dando las batallas equivocadas, es como salir estafado, es como aceptar la cuenta del karma, es como no alivianar todas las despedidas de las que en realidad no queríamos.
¿de verte prendiendo el fuego?
Qué quiero si ya quedé despedazada y suspirando aires que no quiero repasar.
Espiritú vacio que vacila entre mi armamento que son palabras porque ya no tengo más, no tengo alientos de continuar sollozando su nombre si sufro su malestar, si la ansiedad ya me consume. Si me echaste al olvido y me niego a creer que la magnitud de ese sentimiento no es la maldita ira que ahora nos consume.
Ya no puedo más, ni aguanto más esta pesada carga que nos hemos usurpado de otras vidas quizás, del orgullo de amar a ver que sucedía, pero todo se disparó en nuestra contra y quedamos solos de nuevo y el insoportable tormento del odio hacia mi.
Me responsabilicé por mi para entender que mi entorno repercutía para saber que sigo prefieriendo la muerte sino es contigo.
Mi soberbia proviene de todas las veces en que jodimos las cosas y nunca pusimos freno a las condiciones de mierda que profesamos apenas eramos dos enamorados locos.
Me dejaste sin inspiración al amor, ahora solo quedan esperanzas que se alimentan de quién sabe qué otros trastornos. Me dolió y me sigue doliendo y sigo caminando pero para qué?
Ya no hay un porqué si no está una familia que queramos construir. No tengo más opciones, no quiero seguir conociendo corazones vacios de sentimiento después de habernos encontrado.
Fuí toda la peste que se puede ser cuando no se dan las condiciones de una charla, de una oportunidad que nunca se nos dió. Todo lo jodió y aún así tengo esperanzas de que todo mejore para nosotros como si al tiempo de verdad se le ocurriera encontrarme, como si sus planes ahora no fueran mios.
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