Padre.

Padre,
gloriosa frente alzada
llegando a la mesa con las manos llenas de amor y esperanza.

Fuerte y sabio.
Fuiste siempre el héroe protector de casa.

Risa, amor y abrazo.
Aun te recuerdo cuando, como un niño,
conmigo jugabas.

D

e Tí : el buen humor,
la sonrisa franca,
gusto por la música,
voluntad de hierro
y toda tu cara
heredé dichosa,
Gracias desde mi alma!

Que puedo decirte
si tantas palabras y, a la vez tan pocas
logran describirte...

Aunque la materia se ha difuminado
Tú sigues conmigo,
siento tu presencia.
Me das lo que vale...
Lo que siempre cuenta.

Legaste consejos, ejemplo y confianza.
Yo era tu chavala y Tú mi Superhéroe...

Vas conmigo, Padre
aun en lontananza, miras desde el cielo.
Por ser lo que eres va a Tí mi alabanza!