OKUPA

OKUPA

Deja que me esconda en tus rastas,
como un pájaro,
cantando todas las mañanas,
porque tú le anidas.
Que tome tus senos como abrigo,
y dormite en ellos,
las cuatro penas que,
me quedan por olvidar.

No me dejes en ésta calle de la vida,
por aquí, no pasan taxis,
que me lleven a tu casa.
Las farolas no tienen luz
en el barrio donde reside mi alma,
mi habitación da a un patio triste,
mi noche es insomne.
Deja que vaya al cuarto de tus ojos,
sé que tienes libre tu corazón,
déjame ser tu okupa.
Colgaré sobre mi cama,
el piercing de tu alma,
declarándome rendida a la ternura
de tus brazos.

mabel escribano
d.r.
imagen: Google