Oda al Trabajador

2016 Mayo 02
Poema Escrito por
Alexander Miller

Lo veo,
lo veo cargar
pesadas cargas
no tan solo físicas,
soporta una condena
que no le gusta,
soporta un miserable
sueldo, que se dice
es un premio, pero todos
saben, que el esfuerzo,

el dolor, y el sufrimiento
no tienen precio,
lo veo
soportar latigazos
como si del antiguo
Egipto se hablara,
pero siguen en pie.
Si bien hay cosas
gratis para estudiantes,
bonos, y otras cosas,
¿qué pasa
con esas espaldas
que, rotas, lloran
en sudor, amargamente?
¿Sin ellos donde
estaría el estado?
Muchos deberes
para ellos, pero
tan solo un derecho,
derecho a guardar
silencio, cuando los
infelices se aburren
y caen en el maldito
crimen que tienta
al más pobre
prometiendo
joyas y riquezas,
no se dejen engañar,
si saben que traerá
juicios y condenas.
Cuando la ambición
sube y el esfuerzo baja,
la locura sube, y
lo humano baja,
por no decir desaparece.
Según la ciencia,
y la lógica, todos
tienen límites, pero
ustedes trabajadores
rompen esa ley,
convirtiéndola
en mito o leyenda.
Y como si lo vivido
no fuese suficiente,
llega la jubilación,
donde se recibe
simplemente
una absurda mesada.
Se puede ver a viejos
sucios y alcohólicos
vagando por las calles
pobladas, ya ni siquiera
pidiendo monedas
pues da vergüenza
pedir para tomar.
Diferente es con
el que trabaja
en lo que le gusta,
ellos viven bien,
a gusto con sus familias,
quizás es justo, pero
si van a vivir de esa
manera, por lo menos
den monedas a los
viejos arrugados y sucios
que vagan, pues no se
sabe si ellos hicieron
su casa en la que
viven tan a gusto.
¡Oh trabajadores!
yo se que es mucho
pedir, pero alégrense
pues alguien se acordó
de ustedes, feliz día
del trabajador,
vendedores,
aguanten viejas indecisas,
obreros,
aguanten a su jefe,
en las salmoneras,
aguanten los despidos,
que algún día
esa maltratada espalda
se enderezará de alegría.

2016 Mayo 02

Alexander Miller
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