NUESTRAS ALMAS EN LIBERTAD

La melodía de tus labios,
adormece la bestia inquieta, de mi aliento.
Mis ojos se hacen un Taj Mahal,
al encontrar la ruta de tu paz
y nuestras pieles en convite de sudores balsámicos,
despiertan temblores, entre las fundas de la noche.
Hasta el Universo reluce, con los resplandores
de tu vientre, al iniciarse, el cortejo nupcial de tus flancos.

Se levantan los gemidos de tus pechos airosos,

mi saliva exalta tu cuerpo, en un salmo de caricias.
Atrapo tus suspiros en las redes de mi boca,
se apaga el mundo en tus venas,
arden las antorchas de tus carnes inflamadas,
me cubro con tu brisa, cuando un beso
bautiza nuestras almas, en la libertad del tiempo.

Yaneth Hernández
Venezuela
Derechos Reservados.