Noche sin alas
Soy otra persona, una sombra en la oscuridad.
Si no deseo pronunciar su nombre, es amor de verdad?
Pero si he pasado noches enteras diciendo su nombre;
Que clase de hombre es el que ama la soledad?
Y sus ojos, que encienden la noche como luz de cristal,
verán algún día que mi fortaleza de acero es fragilidad?
Ángel de mi cielo, calma la tempestad,
porque he confiado mi alma a tus alas,
y, ni buenas ni malas, mis palabras aclaran,
habría de quebrar una copa y gota a gota;
mi garganta, que en demasía pronuncia vanidad,
ver desangrar y sin miedo a la muerte ver,
como mi peor pesadilla se vuelve realidad.
Porque soy un ángel caído, que en medio del estío,
corea una victoria inmoral.
Porque en mil lenguas he aprendido
que la palabra "frío", siempre suena igual.
Y me detengo a un paso del umbral.
Y me declaro culpable de lo actos cometidos,
que nunca he de dejar en el olvido,
y doy el paso final.
Ángel, me vienes a buscar?
Es que siento mi alma caer envenenada,
infectada de una dosis de veneno mortal;
Y aunque siento, que ya está condenada,
confío en que, con dos palabras la puedas salvar.
Pero no siento el abrigo de tus ojos de cristal.
Y no siento como tus brazos me vienen a abrazar.
Es que acaso yo he creído, a mí mismo convencido,
de que tú me has de amar?
Y con mi cuerpo a mitad de camino, maldito destino,
que no creo en él, me dejo caer.
Y aunque sé que hay un futuro, pero nada seguro,
suspiro por última vez, y he de caer.
Siento en mis oídos, claramente los latidos
de mi corazón descender; pero no me siento padecer
el dolor agobiante de mis huesos romper,
mas bien me duele el alma, que en medio de esa calma,
mira por última vez, pero no te puede ver.
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