NO TENGO UNA FOTO CON MI MAMÁ

No sabía la manigtud de su ausencia hasta que pasaron los días, los meses y los años. El vacío de no tenerla, abrazarla y acariciar su cabello, ya no tenía mi escudo de protección.

Aquellos días después de una larga noche de trabajo recuerdo oír su voz preguntando: -¿Dónde está mi loca de Bárbula?-. Me escondía entre las sábanas, haciéndome la dormida y ella iba me desarropaba me llenaba de besos, de mimos y bendecía mi vida, no existía una rutina, a veces pasaba días sin verle. Algunas mañanas despertaba y podía oler la leche tibia y saborear el corazón de la arepa triturados en mantequilla y queso antes de que ella lo llevará a mi cuarto, sí, mi mamá era de esa mujer que sorprendía mis días con mi desayuno favorito en la cama.
No tengo una foto de ella a mi lado, solo tengo un corazón huérfano de su afecto y una memoria llena de recuerdos, escaso era el tiempo que teníamos las dos, me amo y yo la ame. Y pues, no, no tengo una foto con ella, solo tengo su voz, su risa y sus gestos de amor en mi memoria que me recuerdan que tuve una madre.

Estrella Marina Barrios Durant
28-11-2019
Aragua-Venezuela