NÁUFRAGO

No quiero más en mis
mejillas el aire helado
que infierna mi conciencia.
Pasas inclemente y cruel
ignorando mis estragos.

Ya no quiero naufragar
entre la gente,
derrumbarme lentamente
en el yermo de tu ausencia.

N

o quiero estar perdido
en propia cama,
minando la vida en un instante;
siendo náufrago en ciudad,
alma que se vela por sí sola.

No quiero más ese partir,
no quiero ahogarme de fingidos.

¡Oh!, tu paso en lejanía,
el sonido de tus tacos,
susurros suaves e indecentes
que solo me consuelan…