MUJER FATAL

Es mi amada fogosa,
tiene espléndida estampa;
su talle contonea,
sus cabellos arrastra.
Tan sensual su cuerpo,
con su fe me desgarra;
tiene labios de diosa,
sus ojos me atrapan.
Su corazón granítico
todo lo toma a chanza;

su hermosura es sublime,
desgarradora y áspera.
Con voluntad pergeña
fatales nigromancias;
su purgatorio es rudo,
su infierno es arrogancia.
Libertina pasea,
con majestad me habla;
sus mahometanos labios
oasis son de mi alma.
Mi ojos, deslumbrados
por católicas náuseas,
se recrean en el brillo
de vanas esmeraldas.
A los ojos del mundo
me atraparon sus zarpas;
callada era la noche,
repleta de esperanzas.
Inquietos mis pesares,
bucólica mi alma;
demonios me enamoran,
sus rostros tienen raza.
Cuando el momento llegue
contemplaré de frente
sus senos de sultana,
¡ay, maldición de un hombre!,
me beberé el veneno
que destilan sus ramas.